Todos los que pasamos en alguna oportunidad por el Otto Ballod lo recordaremos por su calidad humana y su incansable predisposición para hacernos sentir como en casa. Va a ser raro no verlo en los campeonatos trabajando de sol a sol y siempre dispuesto para lo que necesitáramos.
Enviamos un fuerte abrazo a todos los integrantes del club y en especial a su familia, Sonia, Juliana, Juan María y Andres.